martes, 21 de diciembre de 2010

¿ Por qué la escondes?



- Ay, Pluto -dijo-, en mala hora me casé contigo. Siempre has sido un ambicioso sin empuje, un tirano sin grandeza y un botarate sin gracia. Has sido vanidoso en tus sueños y apocado ante la realidad. Nunca me has dado nada de lo que yo esperaba, ni siquiera de lo que yo no esperaba, cosa que habría agradecido igual. [...]
Contigo me ha faltado no ya la pasión, sino la ternura, no ya el amor, sino la seguridad.








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