viernes, 23 de noviembre de 2012

pisa me, come me

 

He visto ratas del tamaño de gatos pequeños corriendo por la calles de Milán. Aquí, todo es posible.
 Los telefonillos, aquí llamados citofanos, no están indicados por el piso y la letra; cada uno tiene un número diferente, inexplicable, impredecible. Tienes que preguntarlo por anticipado.

 El tomate frito aquí no existe, o lo hay solo en sitios específicos, como la masa de pizza congelada. 
Zara, Inditex, es mucho más caro que en España, aunque el concepto parece ser diferente; aquí se ve como algo más chic, más elegante, más italiano. 
También caras son las verduras, y la carne, y el pescado,y, sin embargo, el mejor mercadillo de ropa usada lo he visto aquí, en Milán, y a precios de risa. 

El último pase para entrar en los museos es a las 17 h, y las comidas, son como una hora antes que en España. 
Es como en Francia, todo antes. La ciudad se despierta más temprano, y también más temprano se acuesta. 

Es...
(ya sabes)
...diferente.


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