Manera sencillísima de destruir una ciudad
Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara entonces la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol, y el resto no merece comentario.
Julio Cortázar
Le film quotidien:El síndrome de China
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