domingo, 23 de agosto de 2009

ayer volé.

ayer mi cuerpo flotó, como las estrellas en la inmensidad del cielo. no había peso, la gravedad estaba de mi parte. sentí sobre los hombros el impulso ascendente del aire al que era imposible oponerse.la materia se elevaba como una pluma en el viento y sobre mi piel no sentía la presión, siempre constante, del mundo terrestre. las precupaciones y los problemas abandonaron mi mente y solo quedó el deseo de libertad . lo único que había que hacer era dejarse llevar y elevarse, disfrutando de las diferentes sensaciones que estaban en juego...pero lo sueños se van con la noche, igual que una cometa que se va atraida por la grandeza del espacio, y de ellos no queda más que la ilusión y la certeza de que al menos, durante un instante, lo conseguiste y lo hiciste realidad.

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