domingo, 26 de septiembre de 2010

Te olvidaste de

Me gusta el borroso forzado, es estimulante. La sensación ancestral de la calma mágica ya no se aprecia como antes.
Antes, todo tan poco nítido que los abismos asesinos aparecían a cada paso. Y ya no sé que hacer.... paraísos realistas en la piel de la noche cayéndole agua encima - requisito imprescindible -. No hay control, verborreas despreciables que amenazan con quebrar la poca cordura -del sombrero- que te quedaba. Y, pese a todo, lo demás es blanco, todo lo demás menos ella que se ha quitado su parte verde y la transparencia se ha vuelto tan nocturna que es imposible ver que tiene detrás.
Me las pongo, me las he puesto.
Volvemos a empezar.

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