He visto ratas del tamaño de gatos pequeños corriendo por la calles de Milán. Aquí, todo es posible.
Los telefonillos, aquí llamados citofanos, no están indicados por el piso y la letra; cada uno tiene un número diferente, inexplicable, impredecible. Tienes que preguntarlo por anticipado.
El tomate frito aquí no existe, o lo hay solo en sitios específicos, como la masa de pizza congelada.
Zara, Inditex, es mucho más caro que en España, aunque el concepto parece ser diferente; aquí se ve como algo más chic, más elegante, más italiano.
También caras son las verduras, y la carne, y el pescado,y, sin embargo, el mejor mercadillo de ropa usada lo he visto aquí, en Milán, y a precios de risa.
El último pase para entrar en los museos es a las 17 h, y las comidas, son como una hora antes que en España.
Es como en Francia, todo antes. La ciudad se despierta más temprano, y también más temprano se acuesta.
Es...
(ya sabes)
...diferente.